Desde el desciframiento de tal escritura hace siglo y medio (hacia el 3.200 a.C.) tenemos registro de los primeros uniformes de la historia como el kaunake (especie de falda realizada con mechones de piel animal) o el traje persa (un kaftán con algo parecido a un pantalón) que usaban los guerreros”. Así, podemos afirmar que el registro más temprano del uniforme tiene que ver con la guerra, pero también con la religión.